EL ARTE DE DEJAR IR… ¿CÓMO RECONSTRUIR MI VIDA DESPUÉS DE UNA RUPTURA AMOROSA?
El proceso de una ruptura amorosa puede ser una experiencia tremendamente dolorosa. El dolor asociado a la pérdida de una pareja sufre una infravaloración respecto a otro tipo de dolores, a pesar de su frecuencia de ocurrencia en la sociedad actual, lo que provoca una invalidación emocional y sensación de desamparo a las personas que la sufren. De hecho, si bien es comúnmente conocido el síndrome de abstinencia que se genera en un tratamiento de adicción, las manifestaciones de tal síndrome, aunque con sus particularidades, también se producen tras la ruptura de una pareja.
Un estudio llevado a cabo por Edward Smith et al. (2011), ha demostrado a través de resonancia magnética funcional (fMRI) que, durante una ruptura amorosa, se produce la activación de las mismas regiones cerebrales que se activan en respuesta al dolor físico de manera que, tiene lógica que establezcamos una similitud entre ambos tipos de dolencia.
Si bien las emociones y sentimientos vividos tras la ruptura pueden verse afectados por tu conducta y la conducta de tu ex-pareja, una parte importante que determina tales reacciones afectivas reside en las reacciones neuroquímicas que tienen lugar en el cerebro y, específicamente, en la amígdala. Cuando mantenemos el vínculo en el seno de la pareja, los niveles obtenidos de dopamina y serotonina, entre otros, son los responsables de la sensación de placer, felicidad, tranquilidad y estabilidad emocional. No obstante, cuando se produce la ruptura, la disminución de la dopamina genera el síndrome de abstinencia anteriormente comentado, la disminución de la serotonina predispone a un estado de ánimo depresivo y la segregación de cortisol ante esta situación, además de interferir en la producción de la serotonina, se asocia a ansiedad, depresión, cambios de apetito, insomnio, problemas digestivos, etc.
Algunos modos de actuación que pueden ser de gran utilidad para optimizar la gestión de emociones en una vivencia tan dolorosa como la comentada, son mantener contacto cero con tu ex-pareja, lo que favorece el proceso de superación y sanación emocional (en caso de ser necesario un mínimo contacto por motivos de mayor importancia, será interesante establecer unos límites claros respecto a las tomas de contacto); eliminar a tu ex-pareja de todas tus redes sociales, así como no investigar por otros medios acerca de cómo le va; hacer rutinas de autocuidado y actividades agradables para ti, establecer metas personas y objetivos académicos o laborales, por ejemplo, que fomenten tu crecimiento personal; y/o trabajar con tu pensamiento a través de técnicas como la parada del pensamiento o la reestructuración cognitiva, generando un pensamiento racional.
No obstante, si te sientes estancadx respecto a este proceso, la terapia psicológica puede ser de gran utilidad para procesar y gestionar tus emociones, fortalecer tu autoestima o desarrollar estrategias de afrontamiento, entre otras.